Aspergillosis y Candidiasis

Mi estimado amigo Juan.

El descubrimiento de los Hongos como agentes causales de enfermedades, precede con mucho, a las bacterias en esta dirección, sin embargo a estos nunca se les ha dado la importancia de aquellas, debido a que solo una minoría de las millares de especies conocidas son capaces de producir enfermedad, tanto al humano como a los animales y cuando lo hacen, las mismas raramente son graves, lo cual no quiere decir ni remotamente de que no ocurran.

Además de estos pocos hongos que producen enfermedades, solo una minoría exigua de ellos, estará capacitado para la transmisión de la misma de un animal enfermo a otro sano.

Los Hongos son agentes biológicos oportunistas por excelencia, de hecho, o forman parte de la flora normal del animal, o son micro- organismos saprofitos, es decir que viven en el medio ambiente y solo producen enfermedad de manera accidental ya que requieren “para enfermar” de condiciones predisponentes previas, las cuales en su momento serán expuestas.

Los hongos poseen una estructura nuclear completa, son inmóviles, poseen una pared celular simple, son aeróbicos, almacenan como material nutritivo al Glicógeno y se reproducen sexual y asexualmente mediante esporas.



Aspergillus spp.

Es un hongo filamentoso que taxonomicamente se le incluye en los hongos Ascomicetos. El mismo se encuentra ampliamente diseminado en el entorno, o sea en el aire, en el suelo, en los árboles, en el excremento de las aves etc. sin embargo en aves debilitadas por diversas razones se desarrollará una enfermedad respiratoria a partir de la inhalación o ingestión de esporas.

Aves y otros animales así como los humanos serán susceptibles también de enfermar con los Aspergillus Spp, dentro de los que A. fumigatus es uno de los más significativos.

Neumonía granulomatosa crónica e invasión a los sacos aéreos serán los principales efectos de dicha enfermedad.

Los principales síntomas del ave enferma serán:

Dificultad respiratoria con el pico entreabierto, estornudos con descarga de secreciones respiratorias, trastornos nerviosos, daño óptico con incapacidad para el vuelo, formación de grumos verdosos en la lengua y paladar harto difíciles de remover sin hacer sangrar y sufrir al ave, harán el cuadro clínico de la enfermedad. Posible extensión hasta el Hígado, Cerebro y otros órganos, harán el pronóstico lamentablemente sombrío.

El diagnóstico de esta enfermedad se basará en el cuadro clínico del ave seguido de estudios de laboratorio que van desde la observación microscópica de las secreciones respiratorias hasta cultivo de las mismas así como pruebas serológicas.

Si partimos del hecho, mi querido Juan, de que los hongos son agentes biológicos oportunistas por excelencia y que su capacidad de enfermar vendrá dada fundamentalmente por la incapacidad del ave, debilitada por alguna razón, para defenderse adecuadamente, entonces todo nuestro esfuerzo deberá de ir dirigido hacia el mantenimiento de nuestras aves en condiciones optimas de salud, tanto desde un punto de vista nutricional, como en lo que respecta a una instalación ventilada, seca, espaciosa y confortable que brinde a nuestras queridas aves el confort que ellas merecen, evitando también el hacinamiento. Aislamiento y tratamientos de las aves enfermas, aislamiento y tratamientos preventivos de las aves nuevas, higiene estricta del Palomar y los entornos, control del agua los alimentos y el grit, suministro periódico de suplementos vitamínicos y probioticos, aplicar el esquema de prevención según los diversos ciclos de actividad colombofílica, evitar el estrés y algo muy importante evitar el abuso de los antibióticos, lo cual provocará indefectiblemente un rebote hacia las micosis.

Aunque la ciencia medica Veterinaria tiene soluciones medicamentosas que sin lugar a dudas son de una utilidad sustancial, mucho más importante sería reestablecer la salud de las aves eliminando todas las circunstancias predisponentes, lo cual reportaría mejorías de inmediato.

Desgraciadamente las aves muy enfermas de esta dolencia nunca llegarán a un reestablecimiento total y conservaran secuelas de por vida, como testimonio vivo de lo que no se debe de hacer.

También es importante prevenir a la afición, de que siendo el humano susceptible de adquirir esta enfermedad tanto del punto de vista de la micosis profunda que puede producir, así como las reacciones alérgicas desagradables que se pueden provocar, nos dará una razón mayor para mantener el Palomar en las mejores condiciones posibles.

También es cierto de que Aspergillus spp, atacará, tanto la piel como las plumas de las aves en un proceso micótico superficial que es mayormente benigno, pero que igualmente debe de ser tratado y suprimido.



Cándida spp.

Conocido también como Monilia, es un hongo levaduriforme que se reproduce mediante esporas asexuales llamadas Blastosporas.

Aunque este hongo forma parte de la flora normal de diversas regiones del organismo del animal y como oportunista al igual que los demás hongos, aprovechará las mismas condiciones predisponentes que hubimos de señalar anteriormente para producir enfermedad.

Mi estimado Juan, si tenemos en cuenta que tanto bacterias como hongos se establecen en la flora normal del cuerpo del animal mediante un balance o equilibrio perfecto, un tratamiento antibiótico que destruya bacterias, tanto las patógenas como las que no lo son, provocara un rebote obligado hacia el incremento de los hongos y hongos que hasta entonces eran miembros inocuos de la flora, devienen en molestos y crónicos agentes productores de enfermedad, sumamente difíciles de curar ya que se precisará de tratamientos prolongados y laboriosos.

En este caso, las afecciones principales tendrán lugar hacia el tracto digestivo superior: Esófago, buche, y cavidad oral principalmente, un proceso de invasión sistémica será un cuadro grave.

Al igual que las demás micosis, el cuadro será crónico, de difícil y prolongado tratamiento. La Cándida albicans será la mas involucrada en estos procesos y las aves jóvenes serán las más susceptibles. Placas blanquecinas grandes proliferativas, sobre una mucosa muy enrojecida, se encontraran en los órganos afectados así como ulceras. Las condiciones sanitarias deficientes tienen que ver mucho con esta enfermedad..

Trastornos digestivos de diverso tipo y dificultad respiratoria cuando la cavidad oral es atacada, serán algunos de los síntomas de esta molesta enfermedad.

Al igual que en la anterior la supresión de las circunstancias predisponenentes será la principal ayuda.

Si tenemos en cuenta de que las Cándidas son miembros de la flora normal de las aves, entonces el hallazgo microscópico de las blastosporas no ayudaría en mucho y más interesante sería algún método de tipo cuantitativo que nos permitan apreciar el incremento de las mismas.

Sin embargo cuando las mismas aparecen en gran cantidad procedente de una muestra significativa entonces dicha prueba tendrá un valor diagnóstico mayor. Los cultivos también serán útiles, pero solo cobrarán sentido para corroborar un cuadro clínico característico establecido de antemano.

Una vez mas insisto de que la Cándida que ataca a las Palomas, es la misma que ataca bajo ciertas condiciones a los humanos, razón mas que sobrada para que le prestemos la mayor atención posible a la higiene y manejo del Palomar, ya que las deyecciones viejas se comportan como verdaderos medios de cultivos y la inhalación permanente de esporas puede traer consecuencias de salud desagradables.

Un aspecto importante que no deseo pasar por alto, es el hecho de que el desajuste de la flora hacia el incremento de los hongos producirá de inmediato una perdida del rendimiento del ave en aquella función para la cual, la misma fuera seleccionada y diseñada, mucho antes de que aparezcan los demás elementos clínicos de la enfermedad.

Insisto además, en que al igual que en las demás enfermedades producidas por hongos, la supresión de las condiciones predisponentes será la principal ayuda, aunque los tratamientos específicos para las micosis suministrados por las manos expertas de un Veterinario serian de gran utilidad.

Mi estimado Juan, otros hongos han sido involucrados también, en enfermedades de Palomas y de otras aves, particularmente aquellos capaces de producir micosis superficiales, al nivel de la piel y plumas, pero yo prefiero dejarlo aquí por el momento........... hasta que suene de nuevo la campana.

Todo mi respeto y cariño.

Pedro.