Affeciones Respiratorias

LA PULMONÍA O NEUMONÍA.—Yo creo que son pocos los columbicultores que ignoran qué es la inflamación de los pulmones e igualmente qué es la bronquitis en su primera forma. De acuerdo con que la afección ataque a uno solo o a los dos pulmones, llamaremos a la pulmonía simple o doble.

Los síntomas que presenta el animal son una fuerte calentura y la provocación de asfixia. La auscultación deja percibir el soplo tubulario o bronquial característico de la pulmonía. En su segundo periodo, la muerte del animal es por asfixia.

Para su tratamiento, podemos colocar la paloma en un lugar caliente, aplicando sobre el lado interesado o ambos lados, una fricción de tintura de yodo, a la vez que podemos aplicar inyectables recomendados por el farmacéutico, esta práctica ha demostrado ser esencialmente práctica, muy especialmente la estreptomicina.

En la autopsia podremos observar la coloración rojiza de los pulmones y el hallarse inyectados de sangre.

TUBERCULOSIS O TISIS—Es ésta una enfermedad que, si bien afecta a muchas aves, por suerte para los columbicultores, afecta poco a las palomas, pero no podemos negar su existencia en ellas, por lo cual algunas mueren víctimas de esta afección.

El origen de este mal es una incógnita, así como la forma en que puede presentarse, lo esencial es la existencia en los palomares de los columbicultores e igualmente como que es sumamente contagiosa y que el pronóstico es siempre malo.

Con estos datos, es fácil establecer que tan pronto se nos presente un caso, debemos actuar rápidamente, separando la paloma afectada y dándole muerte en evitación de que se pueda propagar el mal.

Poco puedo añadir en relación con este caso, excepto que todo animal afectado, jamás aprovechará para nada, aún en el caso de salvación.

EL ASMA.—Es ésta una enfermedad que impide a las palomas la respiración fácil y desahogada, por tanto esta fatiga impide a los machos su adaptación para el vuelo deportivo, ya que precisan una fuerte resistencia para competir con sus congéneres.

Las palomas pueden convertirse en asmáticas a consecuencia del sometimiento a un fuerte y constante entrenamiento y competiciones, (existen muchos columbicultores que llaman a este estado «palomo quemado»), por haberse cansado y agotado con repetidas crías y no falta quien cree que un susto por el ataque de un halcón, gato u otro animal, puede originar el mal y por último, las más de las veces, es producto de la vejez.

Si es producido por una saturación de fatiga, es mi criterio que podemos atajar el mal y ponerlo a punto en la mayoría de los casos. Para ello, precisamos poner al animal en reposo, suministrarle una buena alimentación de proteínas y someterlo a un tratamiento de vitaminas B1 B6 y B12.

Si es la vejez u otra causa grave la causa del mal, sólo podemos ayudarle a fortalecerse, también con una buena alimentación y choques vitamínicos, a sabiendas de que no tendrá éxito su curación, considerando que las crías de estos animales se efectuarán siempre en precarias condiciones.

NEUMATOSIS.—Es ésta una enfermedad que algunos autores la han estudiado como cutánea o de la piel. Realmente no es una enfermedad, sino una manifestación patológica producida por un algo que le ha entorpecido los movimientos de respiración.

Es la infiltración del aire aspirado por el animal, distribuidos por los tubos y bolsas aéreas, penetrando en lo más recóndito del organismo que se almacena entre la piel y los músculos.

Esto da lugar a que la piel se hinche considerablemente en el pecho y los flancos. Los palomos presentan un aspecto grotesco y deficiente para vuelo viril que precisan los palomos deportivos.

Esta afección no ofrece ningún cuidado. Para extirparlo, nos basta una aguja previamente desinfectada con alcohol, con ella, pincharemos en las distintas partes del cuerpo en que existan bolsas, procurando que se perfore solamente la piel y no producir hemorragia.

Como podremos observar, esta operación es sencilla y humorística, pues nos da la sensación de que desinflamos un globo, no faltando en la salida del aire el característico silbido que produce la salida con gran fuerza. Una vez desinflado, vuelve la piel a su sitio y en poco espacio de tiempo tenemos nuestra paloma normal.

Antonio Ortuño Navarro